Uauuuu!!!! El pasado domingo, sin darme cuenta, fue domingo 1 de mayo, la fiesta del trabajo. Yo festejé este día de la manera más coherente: ¡Trabajando! Desmonté la puerta de mi garaje, la lavé y la engrasé, luego estuve reparando mi furgón que perdía aceite… en fin el 1 de Mayo empecé a las 9 y terminé a las 21 hs! Aunque no cobré dinero por hacer esto, ahorré dinero y lo hi
ce mucho mejor que si hubiese llamado a un “especialista” que vienen siempre con prisas haciendo el trabajo con poca perfección y dejándolo todo sucio.
El trabajo es una bendición, porque trabajando podemos recibir a cambio dinero para poder vivir, comprar los alimentos cotidianos, pagar alquiler o hipoteca, pagar nuestro consumo de luz, agua, impuestos, etc. y porque no, comprarnos algunos caprichos.
El trabajo es el motor de un país. Yo recuerdo cuando era pequeño que un banco puso en su puerta un cartel muy grande: “Quien trabaja tiene crédito”.
En la Biblia, o mejor dicho en el Nuevo Testamento, el Apóstol Pablo llegó a decir: “El que no trabaja que no coma”. Es una frase muy fuerte, pero que se debería interpretar en su contexto, del por qué el Apóstol la dijo. Ocurría que en aquellos tiempos de la iglesia cristiana primitiva, que había creyentes que no tenían mucho ánimo de trabajar y con la excusa de ser creyentes se aprovechaban del amor del prójimo y de la caridad de los demás para vivir y comer de éstos. Esto fue lo que el Apóstol condenó. El quería que un verdadero cristiano dé ejemplo ganándose el pan cotidiano con su propio trabajo, no dependiendo de la iglesia, ni de Roma ni aprovechándose de los demás.
Aquí la cita completa: El deber de trabajar
6 Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.
7 Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros,
8 ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros;
9 no porque no tuviésemos autoridad, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis.
10 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco puede comer.
(2 Epístola de Tesalonicenses cap.3 vers. 6-10)
También en la Biblia se conoce la famosa frase: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”, es decir que trabajando, esforzándote es como deberás conseguir el pan cotidiano para ti y tu familia. Por supuesto de una forma decente, de lo contrario es pillería, robo, abuso, engaño.
Otra frase que me impactó es la siguiente: “Quiero comer sin engordar, tomar decisiones sin arriesgar y ganar dinero sin trabajar…”
Se dice popularmente: “En los países del sur de Europa se trabaja para vivir mientras que en los países nórdicos se vive para trabajar”
Me acuerdo de una frase muy común que se dice en Italia: “El que trabaja come y el que no trabaja come y bebe”. Cada uno puede sacar sus conclusiones de lo que quieren decir con estas palabras….
Trabajo significa la valoración o retribución por un esfuerzo físico o intelectual realizado por una persona. El concepto de trabajo puede ser analizado desde diferentes perspectivas. Un trabajo “hecho con amor” de forma continua, concentrado y bien organizado y sin muchas interrupciones es lo que determina un buen rendimiento, efectividad, rapidez, buena producción y la respectiva ganancia de dinero.
Lo que todos los ciudadanos entendemos por trabajo, es que dicho concepto de “trabajo” se puede utilizar de dos maneras muy frecuentes:
Por un lado, decimos “Trabajo” como la acción que realiza una persona estando ocupada en llevar a cabo una serie de tareas o actividades ya sea a nivel físico o bien intelectual, es decir tareas que no son rentables, pero que se consideran trabajo. Por ejemplo pintar tu piso o tu casa, reparar tu coche, etc. Aunque popularmente no se considera “trabajo” a una actividad privada que se lleva a cabo sin remuneración, (como podar los árboles de tu casa o cambiarle el aceite a tu coche, etc.) que, aunque se trate de realizar una actividad laboral como la hiciese un profesional a cambio de una contraprestación económica. Por eso existe una frase que afirma que “trabajo es aquello que haces y que te pagan por ello”.
Por otro lado, utilizamos la palabra “Trabajo” para hacer referencia a toda ocupación que tiene una mujer o un hombre fuera de su hogar por la cual recibe un salario mensual a cambio de dar su tiempo y habilidades intelectuales o físicas. Así, por ejemplo, podríamos utilizar el siguiente ejemplo: “Juan tiene trabajo de mecánico en el Taller de Autoexpress”, “Conrado trabaja de albañil para una empresa constructora” “Julia trabaja en la Ford de secretaria”, etc.
Otra forma de trabajo es quien trabaja por su propia cuenta, es el llamado autónomo o emprendedor, porque tiene que estar constantemente “emprendiendo” y buscando faena para poder trabajar y sobrevivir él mismo y, si tiene un grupo de empleados, proveer que la empresa recaude lo suficiente para pagar sueldos, retribuciones, etc. El trabajo autonómico productivo incluye las profesiones liberales y el comercio, por ejemplo, la actividad de fontanero, médico, dentista, pintor, mecánico y un muy largo etcétera.
Quien está empleado por otra persona, para que le ayude en su trabajo o actividad comercial o forme parte de una empresa, recibe a cambio de sus servicios y actividad productiva la recompensa de un salario. Hoy en día, la relación de trabajo entre quien ofrece empleo y el trabajador está controlada y respaldada por diferentes leyes y convenios para que ninguno de los dos, empleado o empleador, pueda abusar el uno del otro. Según cada país se usan diferentes contratos de común acuerdo para dejarlo todo claro.
No obstante, además de todo lo expuesto, hay que destacar que “trabajo” como sustantivo cuenta con otras muchas interpretaciones. Por este motivo también se usa para hacer referencia al lugar donde se lleva a cabo el desarrollo del trabajo. Ejemplo: “Conrado no está en casa, está en el trabajo”.
Lo cierto es que si no trabajamos no podemos esperar grandes milagros en nuestras vidas porque como dice un viejo refrán alemán: “De la nada no sale nada”. Otros dicen que no consiguen trabajo y otros se permiten el lujo de estar cambiando constantemente de trabajo. Mucho depende de cómo es cada persona, de su carácter, personalidad, lanzado o no, etc.
Es necesario ser un poco lanzados, aventureros y arriesgados si queremos conseguir algo que nos de el dinero para el “pan de cada día” como fruto del trabajo.
CONCLUSIÓN:
El trabajo, trabajar es una parte importante de nuestra vida. Pasamos más horas en el trabajo que en nuestra casa o con nuestra familia. En el trabajo estamos 9 horas conscientes, pero en nuestras casas aunque estemos en ella tenemos que descontarle 7-8 horas en las que estamos durmiendo. Vivimos más horas con nuestros compañeros de trabajo que con nuestros cónyuges. Yo por ejemplo estoy en el trabajo 12 horas por día. Para mí el día domingo o un día festivo es un día muy alegre porque puedo estar en mi casa, gozarla y vivirla. En realidad mi casa es el trabajo. Y así mucha gente. Pero es ley de vida porque sin trabajar no podemos obtener nada a cambio.
No me agradan las personas que ven el trabajo como una obligación o una carga en sus vidas y así se pasan las vidas amargadas por creer que están “condenados a trabajar” como si trabajar fuese algo negativo. Los países donde su pueblo ve el trabajo como una bendición, son países que progresan, que tienen poder económico, que avanzan, que se desarrollan y que luego son la envidia de los países donde la cultura del trabajo es que se hace por necesidad, porque no queda otra para poder vivir, pagar la letra de la hipoteca o el alquiler… como una maldición en vida.
Yo hice y hago mi trabajo con pasión, con alegría y esto me hace bien a mi salud. Quien va a trabajar porque dice que no le queda otra, vive interiormente desganado con mal humor, no es feliz, no rinde ni es efectivo en su trabajo, vive escaqueándose de las tareas que debería hacer. Esta actitud enfermiza, lleva a muchas personas a aprovecharse de cualquier situación para obtener ayudas (sin trabajar), provocan bajas no reales, demandan a una empresa para sacar ventajas y dinero, se apoyan en algunas instituciones para conseguir derechos con tal de no trabajar tanto… Quien así vive el trabajo cotidiano, se encuentra constantemente en un estado semi-depresivo que con el pasar de los años puede tener el poder de enfermar a las personas con diferentes tipos de enfermedades.
Yo recibí de mi padre una gran lección que marcó el resto de mi vida. Mi padre aunque trabajó empleado para muchas empresas, siempre tuvo un espíritu autónomo. Siempre me dijo lo siguiente: “Conradito, nunca dependas ni busques ayuda en los gobiernos, o en los políticos, o en los sindicatos o en el INEM o en las ayudas sociales o en lo que digan las leyes humanas. Tú dependes de ti mismo, de tus brazos y tu pasión por el trabajo para abrirte camino, éstas serán las únicas columnas que te sacarán adelante de verdad. No esperes nada de nadie, tu fuerza de voluntad, tesón y tu trabajo serán siempre tus mejores fuentes de vida. Si esperas de las ayudas públicas vivirás, pero a cuentagotas, y eso no es vida!”
Esto es verdad, porque mi partido político, mi ayuda social, mi pasión, mi vida y trabajo es “Luposan, Natural-Extra”. De esta actividad puedo comer y dar de comer a otros pero ni el INEM, ni los gobiernos ni los políticos me darían jamás lo que yo consigo con mis propios brazos!!! Es la pasión por hacer todo lo mejor posible en mi trabajo, creando los mejores piensos, con los productos de más calidad, ofreciendo salud y longevidad a los perros… ¡esta es mi bandera y mi política! Por eso no escucho ni veo las noticias de la radio o TV, no me interesan porque me amargan los 4 días que vivo, mi meta es concentrarme en mi actividad y hacerla de corazón y pasión y gozar del fruto que surge de una actividad hecha a conciencia, con efectividad, rendimiento y productividad!!
Saludos, Conrado
11 mayo, 2016 at 12:34 pm
Desmontar la puerta del garaje, lavarla y engrasarla tiene un buen trabajo para ser “el día del trabajador” jaja. En fín, ya en serio, muy buen artículo sobre el trabajo, con un punto de vista muy personal y muy bueno por cierto. Enhorabuena por el artículo.
25 mayo, 2016 at 11:43 am
Hola Sergio,
¡Gracias por tu comentario! Tienes razón cuando dices que es un punto de vista muy personal sobre el trabajo. En realidad esta forma de pensar y actuar refleja el carácter de las personas activas, luchadoras, emprendedoras, arriesgadas, que no ven dificultades en nada, que caen y se levantan de nuevo, que “inventan cosas”, que son creativas… Las personas con este tipo de carácter rara vez están en el paro y menos por largo tiempo y en general con esta personalidad, suelen terminar siendo autónomos o más tarde empresarios.
¿Por qué?
Es difícil dar una respuesta exacta, pero yo creo principalmente esta actitud de frente al trabajo, se hereda un poco y se aprende en la infancia. Por ejemplo un niño que tiene un padre que ve el trabajo como una obligación negativa o “desgracia” en la vida y hace todo lo posible por escaquearse o no se toma en serio el trabajo, el rendimiento y la efectividad del mismo, este niño no tendrá pasión por trabajar. Hace poco llamé a un electricista para hacer algunas instalaciones y reparaciones en mi casa. El electricista me envió 2 personas. Empezaron a las 9,00 hs de la mañana. A las 10,45 hs “desaparecieron”, se fueron a almorzar, volvieron a las 11,30 hs. Estuvieron trabajando haciendo pausas provocadas por el “moderno intruso” llamado móvil y a las 13,30 hs. se fueron a comer. Volvieron a las 15,30 hs. y a las 16,30hs., se fueron de nuevo al taller porque necesitaban un cable especial. Volvieron a las 17,30 hs. y a las 18,30 hs. terminaron su jornada laboral. Trabajaron aprox. 6 hs. “aparentemente efectivas” sin contar las interrupciones del móvil. Por supuesto esto no es trabajar, es trabajar y matar el tiempo porque aunque estuvieron 9,00 hs. en mi casa realmente han trabajado “efectivas” 5-6 horas. Como decía, si un niño nace viendo este estilo de vida laboral, es muy probable que lo vea normal y repita ese modelo sin esperanzas.
Por otra parte creo que también interviene la personalidad con la que se nace, así como hay gente tímida, muy tímida o muy lanzada, así puede ocurrir en la postura que desarrolle una persona de frente al trabajo.
Por ejemplo, en mi caso personal, mi padre siempre me inculcó e insistió que no debería jamás buscar ayuda del gobierno, del INEM, de los sindicatos, de las ayudas sociales, de Cáritas, Iglesia, de pedir prestado, de créditos, lotería, etc, etc. que lo que debería hacer es luchar y pelear para salir adelante con mis propias fuerzas en la vida sin esperar nada de las entidades públicas. Mi padre era muy reacio a confiar en los entes públicos o sociales, porque él decía que miraban solo para ellos, tuviesen la camiseta política que tuviesen, y que la ayuda que podían darme era de “cuenta gotas”, que no me sacarían jamás de mi problemática al 100%. Mi padre pensaba que cuantas más esperanzas pusiese en estas entidades y en las ayudas que éstos ofrecen, más “flojo” me haría y me “robarían” la capacidad de aprender con coraje y motivación de salir adelante con mis propias fuerzas. Si salía adelante con mis propias fuerzas, reforzaría mi amor propio, aumentaría la confianza en mí mismo, mi autoestima y me daría una grande alegría y seguridad personal de ver que soy capaz! Esta confianza en uno mismo te capacita para enfrentar los siguientes problemas que se te presenten en la vida.
Esto que digo es simplemente un punto de vista, esta claro que para analizar a fondo toda esta situación deberíamos sumergirnos más en la psicología del ser humano. No todos somos iguales y hay personas que han nacido así y otras así. Tenemos que saber respetarnos y aceptar que todos somos diferentes. Algunos tienen unos dones y otros tienen otras capacidades. No por eso es mejor el emprendedor lanzado que la persona que desea tener con toda calma y seguridad un puesto de trabajo de por vida. Todos somos necesarios. Un emprendedor que se convierte en empresario necesita empleados porque llegará un momento que él sólo no podrá dirigir la empresa en crecimiento, por otra parte los empleados necesitan un autónomo o empresario (un generador de trabajo) para que les dé trabajo… La vida es un toma y dame y un dame y toma, y no sólo a nivel laboral, sino a nivel matrimonial, social, político y religioso. Lo más importante es que este “dame y toma, toma y dame” se viva en un buen equilibrio por ambas partes. Por ejemplo, un hombre que espera todo de su mujer, atender los niños, lavar la ropa, sacar la basura, preparar la comida para cuando él venga, limpiar la casa, ir a trabajar fuera, etc. es un hombre que “toma, toma y toma” pero da poca colaboración a cambio y la balanza no está equilibrada. ¡Uhiii me he enrolladlo de nuevo!
Saludos, Conrado
14 noviembre, 2016 at 1:26 pm
Hola Conrado, yo voy mas alla con el tema del trabajo, cuando yo entiendo y asimilo que al trabajar no solo estoy proveyendo para mi hogar(familia) si no que estoy participando y colaborando en el proyecto de Dios, yo me siento instrumento de una gran obra, colaborador en los planes de Dios.
Para mi, el levantarme un lunes ó un viernes es igual de emocionante y de gratificante, disfruto con mi trabajo e intento transmitirlo a los que tengo a mi alrededor.
Un saludo