En uno de mis tantos viajes a Alemania, específicamente a la central de Luposan / Markus-Mühle, en el aeropuerto de Frankfurt, en sus pasillos, me topé con una imagen o anuncio que me dejó sorprendido. Fue tal la impresión y alegría que me dio, que tuve que detenerme y sacarle una foto con mi móvil. Este anuncio lo pueden leer ¡miles de personas de todo el mundo cada día! Por supuesto estaba en varios idiomas. Traducido dice lo siguiente:
“Los españoles aman las corridas de toros. El 60% de todos los españoles se pronuncian de forma activa en contra de esta práctica.” (De la empresa Umparkern im Kopf.de)
Me alegró muchísimo ver este cartel en Alemania, porque de este modo, esta empresa de aparcamientos y cartelería en los mismos, están haciendo saber al pueblo alemán y a miles de extranjeros, que la mayoría de los españoles no están de acuerdo con los toros, como muchos por desconocimiento creen. Esta iniciativa en Alemania la considero muy positiva porque muchísimos extranjeros tienen un concepto arcaico y primitivo de nosotros, pero de este modo les están presentando “la otra cara de la moneda”, es decir que cada vez hay más españoles en contra y que España no es toros, flamenco, fiesta, paella y playa!
Es muy triste para mí leer artículos y oír comentarios de los extranjeros sobre el concepto que se han hecho de nosotros, por el tema de los toros en general y del maltrato animal en fiestas populares. Hace poco leí un artículo en un periódico alemán, que reparten en los aviones y venía un artículo sobre el “pato de Roses” cuando una mujer maltrató a un periodista que la filmaba maltratando ella al pato y usando al pato para agredir al periodista. El artículo tenía fotos del suceso. No digo lo que opinaba el periódico, porque es muy triste y cuando lo leí sentí vergüenza en lo profundo de mi corazón, de lo que opinan de nosotros. Un señor que se sentaba a mi lado vio que leía ese articulo y me dijo: “Esta actitud de muchos españoles divirtiéndose con los animales, haciéndoles sufrir y aun matándoles, me hace mucho daño. Nos encantan muchas cosas de los españoles, de España y de su clima, pero cuando estoy en España no quiero saber nada ni oír de esos temas. Una vez entré a comer en un Bar y estaba puesta la televisión con una corrida de toros, mi mujer, otro matrimonio y yo nos fuimos inmediatamente de ese local y no lo pisaremos nunca más!
Mi deseo es que dentro de 2-3 años aquel cartel pudiese escribir ¡“el 80% de los españoles están en contra”!
Estoy convencido que esta es la tendencia en España, cada vez hay más conciencia y madurez por el medio ambiente, el respeto por la naturaleza y los animales. ¡Hay esperanza! Es lento porque son conceptos y costumbres de muchos siglos que ya no son compatibles con el ser humano moderno y evolucionado. Tampoco debemos descartar el negocio que se esconde detrás de muchas de estas fiestas o acciones. España podría ser el paraíso de Europa si todos cuidásemos más su potencial natural que tiene. Por ejemplo terminar de ver por los campos, acequias, bordes de los caminos o autopistas cantidades de botellas de plástico, bolsas de plástico y botellas rotas de cristal sin hablar de los residuos en general que se vierten por las noches en determinados lugares a escondidas. Y qué decir de los perros abandonados sin compasión, deambulando por los campos y carreteras, ante el peligro de ser atropellados y/o provocar un accidente por evitar de atropellarlos.
Naturalmente necesitamos un cambio que no deberíamos esperarlo de los políticos, dirigentes, ayuntamientos, sindicatos, no… necesitamos un cambio que debe comenzar poco a poco en cada uno de nosotros, y esto está ocurriendo poco a poco en España! ¡Adelante, cada vez seremos más!
De paso, mirando la página web de esta empresa de aparcamientos alemana, www.umparkenimkopf.de que pone estos anuncios, encontré otro muy interesante que pone en duda una creencia popular sobre los toros:
Cuando un Toro ve el color rojo, se pone agresivo. Pero el toro no distingue colores, es daltónico! (De la empresa Umparkern im Kopf.de)
Qué interesante… entonces no es como nos enseñaron que el toro ataca al color rojo y que la capa del torero tiene que ser ROJA.
Me recuerdo cuando era niño que si llevaba un jersey de color rojo, me decían, “no pases delante de un Toro…” porque te atacará! Es una creencia antigua y popular del desconocimiento o es una manipulación más a la masas… ¿Quién tiene la verdad?
Saludos,
Conrado
24 junio, 2016 at 7:58 pm
En casa actualmente estamos alimentando 4 gallinas que ya no ponen huevos de lo viejas que son y asi seguiremos hasta sus ultimos dias, por respeto y en agradecimiento de como nos han proveïdo de un manjar dellicioso durante su época fértil.
Imagínense lo impactados que hemos quedado al leer en voz alta el testimonio del técnico de sonido……
En Catalunya hay un movimiento muy activo para erradicar esta vergüenza por muy “ancestral que sea” y que esperamos vaya a más .
4 julio, 2016 at 1:07 pm
Hola Salvador! Estoy contigo. Tuve una experiencia parecida a la de tus gallinas. Cuando tenía 12 años, me recuerdo que forcé a mi madre a que me comprase 2 pollitos en un mercadillo. Se convirtieron en 2 mascotas de la casa. Y resultaron ser 2 enormes gallos blancos con una hermosa y grande cresta de color rojo. Es increíble pero me seguían, y por las mañanas venían a mi ventana a picar en el cristal para que saliéramos fuera. Los podía coger en brazos y si los tenía mucho tiempo se dormían. Cuando los tenía en brazos, empezaban a picotearme en la cabeza buscando quizás piojitos. Fue una relación muy intensa… algo increíble de pensar con 2 gallos. El problema fue cuando nos tuvimos que ir a vivir a un piso porque el alquiler de la casa era muy alto y mis padres no lo podían pagar. Fue una experiencia trágica en mi niñez. La pobreza que nos limitaba y mis padres que no supieron que hacer ante esta situación. Al final se los regalaron a un vecino de la casa de campo. Nunca quise saber el fin que tuvieron… fue muy triste porque yo siendo un niño no podía dominar ni controlar la situación.
Gracias por tu escrito y por tu fidelidad de agradecimiento a esos seres vivientes que durante algunos años os dieron sus huevos “bio”. Saludos, Conrado