¡Es verano y hace calor, es lo normal y no hay vuelta de hoja a no ser que te cojas un avión y te vayas a Suecia! No vale de nada quejarnos, al contrario nos autosugestionaremos más aún a sentir calor y, podremos influenciar a las personas que nos rodean. El calor y la sensación térmica tiene mucho que ver con nuestro cerebro y pensamientos.
El CALOR Y NUESTRO ESTADO DE ÁNIMO Y DIÁLOGO INTERIOR
He podido comprobar que nuestra sensación de calor tiene mucho que ver con nuestro estado de ánimo y más aún con lo que nos “hablamos a nosotros mismos” en nuestro diálogo interior. ¿Qué es el diálogo interior? Es lo que nos decimos, los pensamientos que invaden nuestra mente, que pueden controlar nuestras emociones, es lo que pensamos, son pensamientos que tienen dominio en nuestra mente pero que no siempre son reales. Es en otras palabras “dominar o controlar” nuestros pensamientos. Influyen a sentirnos bien, mal, malhumorados, deprimidos, felices…
Por ejemplo, aunque haga calor, si estamos constantemente pensando y diciéndonos:
“Ufff qué calor que hace” , “Uffff… No puedo soportar más este calor”, “Esto es insoportable”, así no puedo trabajar, concentrarme, dormir, etc.”, “No podré trabajar”, “Me bajará la presión”. Este quejarse y bombardeo interior con estas frases tienen el poder de hacernos sentir más calor de lo que realmente hace e incluso hacernos sudar! ¡La mente tiene más poder que el calor! Es una forma de autosugestionarnos: “Nos hace sentir más calor del que realmente hace. “Esto es insoportable, no estoy contento, no soy feliz, uff”. Son las ideas de “tremenditis o quejititis”. Estas ideas no nos hacen bien, al contrario nos harán sufrir y sentirnos peor y, podemos incluso sugestionar a las personas que están a nuestro lado con nuestra “quejititis” e influenciarlas a que sientan más calor!
Cuando yo estoy “bien” aunque haga calor, y alguien me bombardea con palabras como estas: “esto es insoportable, no puedo más, que calor que hace…”, intento proteger mi mente y diálogo interior diciéndome: “Sí, es verdad, hace calor, pero esta persona tiene algún problema, por eso siente más el calor del que está realmente haciendo”. Evito de que me “contagie” con su quejititis”
EL CALOR Y EL ESTADO NERVIOSO:
Todos hemos comprobado que bajo un momento de estrés, prisas, nerviosismo e intranquilidad sentimos más calor y sudamos a mares. Las personas inquietas, nerviosas, suelen sufrir y sentir más calor del que realmente hace. Una persona calma, paciente, que controla el estrés en su vida sufrirá menos el calor. Debemos buscar de calmarnos, aún por medio de nuestro diálogo interior. Por ejemplo yo me digo: “Conrado, ¿dónde vas con tu estrés y desesperación? ¿Es necesario? ¿Cambiarás el mundo? Detente e intenta calmarte, date una vuelta por el campo, relájate, mira las flores, la naturaleza, medita ideas calmantes, piensa que tu eres limitado en tu tiempo y en tus días, cálmate, tú no cambiarás el mundo, además podrás enfermar tu cuerpo. Buscar de pacificarse con uno mismo y verás como el calor bajará!
Es importante dominar el diálogo interior, controlar nuestros pensamientos. Si nos decimos lo contrario, aceptando alegremente la realidad, por ejemplo: “Sí, es verdad hace calor porque estamos en verano y en verano hace calor, yo no puedo cambiar el clima, pero no es para tanto, también tiene su parte positiva”. ¡Este calor no durará 100 años!
Cuando yo salga a caminar con mis perros trato de no alterarme, de no ponerme nervioso y menos en pensar que hace calor y que la pasaré mal. Intento crear un dialogo interno positivo y me digo, es verano, es lógico que haga calor, acéptalo en vez de quejarte, me hará bien caminar con mi perro, buscaremos si es posible sombra. Esta caminata no durará toda la tarde sino 20-30 minutos que pasarán volando. Es tal la repercusión del pensamiento de aceptación positiva que al final consigo caminar más de 1 hora o 2 sin darme cuenta. ¡Es tremendo el poder de la mente, y eso no quiere decir que no hace calor, es como yo interpreto toda la situación en mi diálogo interior!
EL CALOR Y LA ALIMENTACIÓN:
Comer con altos valores de calorías, nos hará sentir más calor. (Frituras, grasas, aceites, chocolates, azúcar, comidas suculentas, paellas, fabada, alcohol, tés calientes, etc.) Si en verano te cuidas comiendo una alimentación baja en calorías, te sorprenderás al ver que tú estarás fresco/a y otros estarán sudando y quejándose. Quizás tu no necesites el aire acondicionado a tope y los que se alimentan con calorías altas necesitan el aire acondicionado a bajas temperaturas para poder bajar el calor producido en sus cuerpos por una alimentación calórica. Yo personalmente en verano tomo una alimentación de frutas y verduras y me asombro cuando alguien me dice “uhiii qué calor que está haciendo, mira como estoy sudando”. Yo lo miro y me digo, que raro, tenemos 28ºC, no hace una temperatura de 35 o 40 ºC… no lo entiendo… ¡Esa es la diferencia! Lo que pasa que es que nos gusta comer bien y no sufrir, comer sin engordar, ganar dinero sin trabajar… y así miles de cosas. Privarnos de comer comidas sabrosas, fuertes en calorías requiere mucha fuerza de voluntad, y esfuerzo y no siempre nos agrada tener que privarnos, es más rico y fácil comer! Si comemos menos, bajaremos de peso y el ser delgados también favorece a no sufrir tanto el calor. Otra cosa importante es beber suficiente agua o comer frutas y verduras, las cuales contienen mucha agua y minerales.
EL CALOR Y LA ROPA
Usar ropas claras, de algodón o de lino. Uno o 2 números más grande, evitar ropa apretada o muy justa al cuerpo. Usar sombrero, gafas de sol, zapatos abiertos.
EL CALOR Y ALGUNAS ACTIVIDADES FÍSICAS:
En verano debemos procurar realizar trabajos pesados (si se puede) por las mañanas temprano o por el atardecer. En general la actividad en verano nos hace sentir más calor y sudar más.
EL CALOR DE CAMINO AL TRABAJO:
Por ejemplo, cuando vamos al trabajo, tenemos más calor, especialmente si tenemos que viajar, caminar o ir en bicicleta, además del estrés y ansiedad producidos por llegar puntuales. Luego una vez en el puesto de trabajo, nuestro cuerpo se va normalizando y ese bochorno se reduce o se pasa. Si viajamos al trabajo con nuestro coche con el aire acondicionado a tope, es normal que luego al bajar del coche sintamos el doble de calor que en el puesto de trabajo, el cual no suele tener el frio ambiental que produce el aire acondicionado del coche. Los cambios térmicos bruscos nos hacen sentir la temperatura más elevada de lo que es.
EL CALOR Y EL AIRE ACONDICIONADO.
No programar nunca el aire acondicionado a bajas temperaturas. Lo ideal, para evitar un golpe térmico diferencial, es mantener una temperatura a 25-26ºC cuando fuera hace por ejemplo 33ºC o más. El aire acondicionado por debajo de los 25 grados no es sano, (es antinatural) y luego al dejar ese lugar tan refrigerado sentiremos fuera muchísimo más calor por la exagerada diferencia térmica. Yo personalmente sufro sequedad de ojos en el puesto de trabajo y siento ardor en los ojos. Estas son señales de que no es algo sano para nuestro cuerpo.
Lo mismo ocurre con los coches. Evitemos de conectar el aire acondicionado si hacemos viajes cortos, o conectarlo a temperaturas de 25-26ºC para evitar el choque térmico diferencial al salir del coche.
IMPORTANTE: DESCONECTAR EL AIRE ACONDICIONADO 30-40 MINUTOS ANTES DE SALIR FUERA, (de dejar la casa, oficina coche, etc.) ¡Este es un secreto que funciona! Si estás en tu casa, oficina, local, etc. y llevas varias horas con el aire acondicionado conectado, es decir que tu cuerpo se ha aclimatado a los 24-25ºC y fuera hace 34ºC o más, es muy importante ir preparando tu cuerpo al cambio térmico para que no sientas más calor del que realmente hace. Se debe desconectar el aire acondicionado 30-40 minutos antes de dejar tu casa, oficina, local. Lo mismo con el coche, si estás viajando con el aire acondicionado, apágalo 5 – 10 minutos antes de llegar a destino, de este modo tu cuerpo poco a poco se va aclimatando la temperatura exterior y cuando salgas del coche no tengas un choque térmico agresivo de frio-calor y digas: “Uhhiii que calor insoportable!!!”. Además con este truco, no sentirás tanto calor, por haberse aclimatado tu cuerpo a la temperatura real y al salir de la oficina, casa, coche no sentirás una gran diferencia y esto hará que no sientas tanto calor por pasar del frío al calor normal de verano! Esto también lo aconsejan los fabricantes de aire acondicionado y los médicos. Evitemos lo cambios bruscos, aclimatemos a nuestro cuerpo para no sufrir.
OTRAS:
No caminar bajo el sol, cuando existe la posibilidad de caminar a la sombra. En casos de muchísimo calor y sol penetrante, usar paraguas o sombrilla.
Y PARA LOS MASCOTEROS, no sacar el perro a pasear a las horas que la temperatura es muy alta. No olvidemos de mirar por donde llevamos a nuestro perrito, evitar de que camine en el asfalto que esta ardiendo. Buscar de ir por lugares con sombra.
Saludos, Conrado
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